ENTREVISTA A MAX HERNÁNDEZ . Secretario ejecutivo del Acuerdo Nacional y reconocido psicoanalista advierte que los peruanos optan por un candidato autoritario porque creen que va a solucionar sus problemas a corto plazo. Instó a los peruanos a votar pensando en un proyecto mejor para el 2021.
Por María Elena Castillo.
Foto: Óscar Farje.
-La última encuesta del PNUD revela que gran parte de los peruanos prefiere un gobierno duro, autoritario, en lugar a uno democrático. ¿No hemos aprendido de lo vivido?
-Es interesante ver cómo en los momentos finales de un gobierno autoritario, el pueblo pide democracia, y cómo en los momentos de una transición, las encuestas están mostrando que lo que se quiere es autoritarismo.
-¿No es eso contradictorio?
-Si se produce una ruptura entre gobernabilidad y democracia, se va a caer en la ilusión de muchas personas que piensan que gobernabilidad implica mano dura y democracia implica desgobierno. Hubo experiencias en nuestra historia en las que la democracia no ha tenido la capacidad plena de conducción, y otras circunstancias en las que el autoritarismo se ejerció sin ningún miramiento democrático. La investigación de Naciones Unidas señala que tenemos una tarea pendiente, y no porque la gente quiere autoritarismo, hay que darle eso.
-¿Cómo contrarrestar la preferencia de muchos peruanos por el autoritarismo?
-Con Fujimori hubo pocas protestas. Se desmantelaron las centrales sindicales de una serie de instituciones que hubieran podido protestar, y la prensa, cuando no fue corrompida fue silenciada. La democracia, desde el gobierno de transición del presidente Paniagua y los años del presidente Toledo, exhibe una consistencia en la defensa de la libertad de prensa, de los derechos humanos y de otras cosas valiosas. El problema es que la política económica exitosa en las cifras no ha repercutido en la calidad de vida de la mayoría de la población; por eso siente que se ha privilegiado el bienestar de unos pocos en desmedro de ellos. Esto genera desencanto, protesta, fastidio.
Voto de protesta
-¿Este malestar ha incrementado el voto contra el sistema y los políticos tradicionales que los han defraudado?
-En estos momentos la conciencia social mayoritaria está centrada en las esperanzas de que la solución va a venir muy pronto, cuando tendríamos que pensar en qué significan las elecciones en la construcción del Perú de largo aliento. Debería ser un recambio de actores, pero no de políticas de Estado que tienen que continuar si queremos salir de las condiciones de atraso en las que nos encontramos.
Mano dura
-¿Por qué se considera que con mano dura habrá más orden y posibilidades de salir de la crisis?
-Eso debe hacernos reflexionar. No se trata de criticar, sino de decir qué es lo que pasa, qué carencia experimentan sectores tan grandes de nuestra población que creen que, otorgándole poderes absolutos a una persona, este resolverá sus carencias. Esa es una situación emocionalmente comprensible, pero que no nos lleva a ningún lugar.
-¿Lo hacen tal vez para eludir su responsabilidad?
-En un país donde los padres son autoritarios, se produce una conjunción en la cual se espera un padre autoritario; y desde la práctica psicoanalítica sabemos que un gobernante tiene -para el inconsciente de cada quien, y para la mentalidad colectiva- ciertos rasgos de padre o madre. Por eso piden un gobernante autoritario. Pero hay que tomarse un tiempo para dialogar.
-¿Cómo hacerlo a 15 días de las elecciones?
-Le estamos dando a estos 15 días un peso tan grande que no pensamos que el problema será cómo se va a gobernar. Sería importante que los candidatos punteros se reúnan, a puerta cerrada si quieren, simplemente para decirse: «oye, creo que en tu programa hay cosas buenas y otras se pueden mejorar». Sería un pequeño paso que podría ayudar a que las puyas disminuyan. Si no demuestran que pueden conversar con el adversario, sus bases pueden agarrar a pedradas al otro candidato, como ya ha ocurrido. Al emitir el voto, los peruanos no debemos pensar en el 9 de abril del 2005, sino en el 28 de Julio del 2021, que es el bicentenario de nuestra independencia; para que en las celebraciones tengamos gente solidaria, con empleo digno, con participación ciudadana, y que hayamos reducido la pobreza a niveles que no nos avergüencen co-mo ocurre actualmente.
Solo con democracia
-¿Y para ello es importante mantener la democracia?
-De todas maneras. Yo creo que la democracia bien entendida da de comer. El «general de la alegría», el general Manuel Odría, decía: Hechos y no palabras, la democracia no se come. Da de comer el trabajo, la creatividad, la competitividad; y para quienes están en condiciones de desventaja, es importante un conjunto de políticas sociales bien administradas que lleguen a la población a la que están dirigidas. Eso da de comer, y a eso yo lo llamo democracia.
«No están votando por propuestas políticas»
-¿Se justifica que la población responsabilice a los políticos por su falta de credibilidad?
-En la secretaría del Acuerdo Nacional hemos cotejado los planes de gobierno de las 17 organizaciones políticas que los han mostrado públicamente, con las políticas de Estado del Acuerdo Nacional. Hay muchas coincidencias. El problema es que ninguna aparece reflejada en los discursos de campaña de los candidatos.
-¿En qué basan las preferencias?
-Si lo que se está privilegiando es el discurso en la calle, la ciudadanía no está votando por una propuesta política, sino en virtud de una identificación inmediata. No están eligiendo un gobernante, sino un representante. El problema es que este puede pensar que la votación le da un capital político para que lo gaste como quiere, y no ejecute el plan de gobierno hecho por sus técnicos.
-El voto de los peruanos siempre ha sido así. Recordemos que en los 80 muchas mujeres dijeron que votarían por Alan García porque era guapo.
-La política tiene el rostro del líder. Si una persona tiene aquello que Max Weber, llamaba «carisma», también tiene una gran responsabilidad. Muchas veces ocurre que tenemos políticos que son extraordinarios candidatos y pésimos gobernantes, o al revés. Hay que tener cuidado.
Textual
* «El problema con la democracia es que la política económica exitosa en las cifras no benefició a la mayoría».
* «Los punteros deben reunirse para decirse: ‘oye, en tu programa hay cosas buenas y otras por mejorar’…»
La experiencia en sicoanálisis de Hernández permite apreciar mejor conclusiones de encuesta sobre democracia.
Fuente: La República
Fecha: Domingo 26 de febrero de 2006